martes, 3 de junio de 2014

FABULA: LA CIGARRA Y LA HORMIGA

Buenos días

EL EJEMPLO DE LOS ANIMALES: TRES CASOS


EL BUITRE: Si pones un buitre en un cajón que mida 2 metros por 2 metros y que este completamente abierto por la parte superior, esta ave, a pesar de su habilidad para volar, será un prisionero absoluto. La razón es que el buitre siempre comienza un vuelo desde el suelo con una carrera de 3 a 4 metros . Sin espacio para correr, como es su hábito, ni siquiera intentará volar sino que quedará prisionero de por vida en una pequeña cárcel sin techo..
EL MURCIÉLAGO: El murciélago ordinario que vuela por todos lados durante la noche es una criatura sumamente hábil en el aire, pero no puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo.
Si se lo coloca en el suelo en un lugar plano, todo lo que puede hacer es arrastrase indefenso y, sin duda dolorosamente, hasta que alcanza algún sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar a si mismo hacia el aire. Entonces, inmediatamente despega para volar.
LA ABEJA OBRERA.
La abeja al ser depositada en un recipiente un poco hondo, pero abierto, permanecerá allí hasta que muera, a menos que sea sacada de allí. Nunca ve la posibilidad de escapar que existe justo por encima de ella, sin embargo persiste tratando de encontrar alguna forma de escape por los laterales cercanos al fondo.
Seguirá buscando una salida donde no existe ninguna, hasta que se destruye completamente a si misma.

LAS PERSONAS:
En muchas ocasiones, somos como el buitre, el murciélago y la abeja obrera. Cada día luchamos con nuestras dificultades, preocupaciones y desencantos; y nunca nos damos cuenta que todo lo que tenemos que hacer es mirar hacia arriba para salir victoriosos de nuestros problemas.
Esa es la respuesta, la ruta de escape y la solución a cualquier problema: la fe. Tener fe Y confianza. Solo mira hacia arriba y encontrarás la salida.

LA TRISTEZA MIRA HACIA ATRÁS, LA PREOCUPACIÓN MIRA ALREDEDOR, LA DEPRESIÓN MIRA HACIA ABAJO, PERO LA FE... LA FE MIRA HACIA ARRIBA!!! Y Dios siempre te echa una mano


Buenos días

La historia del caracol y el águila… (Juan Eugenio Hartzembusch)
Un águila real iba volando orgullosamente, cuando fue a posarse en la roca donde tenía su nido. Vio allí un pequeño caracol y muy sorprendida dijo: Pero, ¿cómo tú, que andas tan despacio, has podido subir hasta aquí a verme? Y, humildemente, le contesta el caracol: Pues he subido arrastrándome. He tardado mucho, pero, como tengo paciencia y constancia, no me ha importado esta tardanza y por fin he llegado hasta aquí.
Moraleja:Todo se puede conseguir a base de esfuerzo, por muy difícil que parezca”. 

Cuando queda poco para acabar el curso, podemos darnos cuenta de que aunque uno sea como un caracol, con el esfuerzo puede llegar a conseguir lo que parecía muy difícil. Lo importante siempre es saber aprovechar las propias cualidades: a la larga se recoge el fruto del esfuerzo.