lunes, 15 de septiembre de 2014

Buenos días: ¡dispuestos a ser nosotros mismos!

Hoy os dejamos un cuento con el que reflexionar...

EL CAMALEÓN CAMALEÓNICO

El camaleón camaleónico es la historia de un camaleón que es como cualquier otro camaleón con el que uno pueda toparse. Va cambiando de color, de verde a marrón, de marrón a rojo y de rojo a amarillo. Cuando ha comido bien y está calentito, tiende hacia el verde; en cambio cuando tiene frío y hambre, se vuelve grisáceo y apagado. Se pasa el día cazando moscas con su agilísima lengua pegajosa y no mucho más. Lleva una vida de la que no hay gran cosa que reseñar. 
Pero un día va al zoo y se queda maravillado con todos los animales diferentes que ve. Echa un vistazo a su alrededor y comienza la acción. Ve un oso polar y desea ser tan grande y tan blanco como él. ¡Zas!, su deseo se hace realidad y crece y se blanquea.
Ve un flamenco y desea ser tan bonito como él. ¡Zas! Su deseo se hace realidad y le crecen alas y patas de flamenco. Ve un zorro y desea tener una cola como la suya. ¡Zas! Su deseo se hace realidad, y sigue deseando hasta que acaba con aletas de pez, cornamenta de ciervo, un cuello de jirafa, un caparazón de tortuga, la cara y la trompa de un elefante y un par de extremidades de foca. 

De repente, ve una mosca. Nuestro amigo tiene hambre, pero ¿cómo puede alcanzar la mosca en semejante estado? Desea volver a ser él mismo. Y ¡zas! su deseo se hace realidad y recurre a su estupenda lengua pegajosa para atrapar la mosca ¡y comérsela!


¿Qué hace que un camaleón sea un camaleón? ¿Qué hace que una persona sea una persona? 
¿Qué hace que tú seas tú mismo? ¿Qué tendrías que cambiar para que ya no fueras tú mismo?  
Si no sabemos quien somos, podemos confundirnos y perder las partes más importantes de los que somos, o lo que es lo mismo, nuestra identidad personal. Dios nos regala nuestro cuerpo y nuestra forma de ser para que lo usemos y nos sintamos orgullosos de hacerlo. Somos hijos de Dios y estamos hechos a su imagen, o sea que en algo ya nos parecemos a El… Por eso hoy le damos gracias por ser  como somos…

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